Conversaciones con la gata

La inocencia pura frente al mundo real

-Hay gente que nunca está contenta con nada; nada les agrada porque ellos solos se encargan de encontrar una nueva frustración diaria para amargarse de nuevo. Gente criada y educada bajo la tutela siempre de alguien que se encarga de hacer todo para que el engendro pueda seguir viviendo en su burbuja, aislado de cualquier tipo de responsabilidad, esfuerzo o experiencia vital.

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-Gente que cree que la comida se hace sola, que la cama se estira sola, que la ropa se plancha sola y que, pese a ello, la vida debería ser más fácil…

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-Gente que sigue viviendo con 40 ó 50 años como si tuviera 9. Gente incapaz de amar, de ser generosa, de tener algo de grandeza una vez en la vida, de ser agradecidos y apreciar un gesto, un abrazo, una caricia, un regalo, una puesta de sol o un cuadro. Gente imposibilitada para empatizar con nadie, pues su propio ombligo y sus propias necesidades son lo único que les importa siempre y sobre cualquier otra cosa.

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-Gente, en definitiva, a la que cualquier grieta en su burbuja plagada de complejos, traumas y tics les causa un dolor insoportable porque sus usos y costumbres parasitarias les han hecho inmunes al esfuerzo, al trabajo, a la constancia y, sobre todo, a la valentía de afrontar la vida como individuo pleno y maduro capaz de encarar cualquier problema. Gente que sabe continuamente lo que hay que hacer desde la barrera, pero que jamás ha toreado un toro. Pero, sobre todo, es gente que pretende amargar a los demás trasladándoles sus miserias, sus propios miedos y cobardías, a veces escondiéndose tras una falsa sonrisa; a veces haciéndose el enfadado como el niño pequeño, mimado y malcriado que nunca dejaron de ser…

-Gente así no existe, ¿no?

-¿Tú conoces alguno?

-No, ¿y tú?

BSO: John Lennon / Instant Karma