En agrestes roquedales
Acompañada de dragones y hadas
Escondíase en cálidas oquedades
La niña que soñaba con tener alas.
Y mientras volaba
veía
Que el mundo a sus pies
Era poco más que una nuez.
Déjeme que le explique, señor juez,
Que mi vida está cortada al bies
Por la daga
de la fantasía.
GABIROL